Una de las escuelas más antiguas de la vieja Europa, The Royal Danish Academy of Fine Arts, fundada en 1754, ha llevado a cabo otro ejercicio fantástico de marca polimórfica, más que polimorfismo, hablaría de flexibilidad.
Lo que hace un tiempo, las agencias y las marcas intentaban resolver a través de arquitecturas de marca, empleando submarcas o endorsers, hoy lo vemos resuelto de una manera magistral, a través de un simple y complejo ejercicio creativo.
A priori el diseño, la arquitectura y la conservación, son tres disciplinas que podrían tener identidades muy distintas aunque tenga un eje común, el arte.
Precisamente esto es lo que ha utilizado la agencia danesa, Daniel Siim Studio, encargada de dotar de una nueva identidad visual a The Royal Danish Academy.
Se mantiene la forma original, se simplifica la marca, se moderniza y se recupera el elemento monárquico de una forma singular.
Aunque a pesar de su brillantez, creemos que el círculo empleado puede limitar la flexibilidad de la marca si la entidad crece en servicios.
De cualquier manera, otra creación simple que nos demuestra la solidez de un gran concepto.
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