Cuando una reina pierde sus medallas, empieza a perder su trono.
La reina de la nieves, o Snow Queen, es uno de los Vodkas más premium del mundo, es más, es uno de los mejores Vodkas del mundo. Gracias a su elaboración 'orgánica' ha sido capaz de ganar varias medallas a la calidad y a su sabor, siendo el vodka más premiado de nuestro tiempo.
Una marca que esconde un imaginario muy potente, una historia que contar. Una marca que ha decidido... perder su valor.
Pues sí, de la mano de Carlins, la agencia de branding y packaging internacional, responsable de diseños como Heineken, ha llevado a cabo su último restyling.
Desde la agencia nos cuentan que han intentado magnificar los valores intrínsecos de la marca, y es cierto, vemos como se le da mayor protagonismo a la Snow Queen, en detrimento de otros elementos que pierden identidad, como el castillo.
Es un buen ejercicio, pero para nosotros se pierde algo muy importante.
Siempre creemos que la marca debe estar construida desde una historia, cierto. Y que esa historia debe propagarse en un imaginario, cierto. Pero, también es cierto que la marca debe aprovechar aquello que la hace única, y en este caso, lo han eliminado de un plumazo.
Es el vodka de mejor CALIDAD, y hasta ahora lo tenían representado a través de sus medallas en el facing del pack, de sus premios (Bacardi, Heineken, y otras marcas hoy conservan esto en su packaging). Señal de saber hacer, señal de que eres mejor que los demás y diferente.
Es como si le quitamos a la camiseta de Brasil, las estrellas mundialistas que tiene!
Pues eso, construir una marca no significa crear imaginarios de historias, significa crear imaginarios que recojan lo que nos hace singulares, mejores, diferentes, únicos.
Al final, mañana se encontrarán con un Vodka con una mejor historia que contar y les será difícil justificar porque la suya es mejor.
Una pena, una reina... sin medallas!
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