¿Quién dijo que tomar leche no podía ser divertido?
Desde Rusia nos llega un ejercio promocional de un estudio de diseño llamado Eskimo, que ha creado la identidad corporativa y de producto de Monster Milk.
La idea es aportar un enfoque divertido y diferente al mundo de la leche, un mundo atomizado con unos códigos muy marcados y con una clara falta de diferenciación, tanto en beneficios funcionales como en valores emocionales.
En este ejercicio se parte de lo más importante, UNA HISTORIA. Si, en lugar de intentar vender un producto, como hacen todos, la propuesta es crear una historia que transmita un valor diferencial.
En este caso, es la historia de 4 monstruos del espacio que llegan en son de paz a la tierra, a traernos lo mejor de la vía láctea. Un enfoque, a priori muy infantil pero que estaría construyendo una nueva marca, desde otro eje, el emocional.
Las marcas deben contar historias, basadas en realidades de producto, eso genera los links emocionales con los consumidores y provoca la diferenciación con la competencia. Al final, el calcio, las protenias y las vitaminas son comunes en todo el lineal.
¿Qué diferencia a la leche Asturiana de Pascual?, el imaginario que se genera en el consumidor por la historia que nos cuenta cada una, más allá de la calidad del producto.
En este caso, Monster Milk, nos cuenta una historia infantil y divertida que se transmite mediante una identidad ilustrativa que juega con cuatro colores básicos de tonos pastel, para no dotarle de excesivo colorido y no socavar la naturalidad de producto.
Un icono que se transfiere a un mundo de expresión variado más allá del producto.
Es un buen ejercicio para hacernos a la idea, que en las categorías 'commodity', una marca que transmita sus beneficios y atributos con una historia propia, diferencial y notoria, será sin duda un actor destacado del lineal y en mejor posición competitiva.
A pesar que nos gusta la intención, estratégicamente habría que ver su viabilidad, ya que estamos hablando de algo muy infantil para una categoría que compra exclusivamente la madre y no es un impulso para el niño, como los cereales o las galletas. Tenemos nuestras serias dudas que esto tuviera una buena salida.
En fin, si no eres ni el primero, ni el mejor, se diferente.
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