Intenta describir a una persona que acabes de encontrarte por la calle, pero utiliza simplemente 4 palabras. ¿Qué crees que pondrías en un papel?
Ahora, intenta describir en 4 palabras a tu mejor amigo, o a alguien que conozcas bien. ¿Qué crees que pondrías en un papel?
Este es el ejercicio con el que comenzó nuestro taller de Marca el viernes en la Universidad Rey Juan Carlos I, y les pedimos a los chavales que describieran a la persona que tenían a su derecha, en sólo 4 palabras.
Alto, rubio, moreno, ojos claros, delgado, cool, desaliñado… fueron respuestas muy comunes para definir a aquella persona que no conocían previamente.
Simpático, inteligente, extrovertida, curiosa, soñadora o ‘flipada’… fuero respuestas cuando el alumno conocía a la persona que tenía al lado.
¿Por qué?, obvio… cuando existe una relación entre dos personas podemos profundizar en aspectos emocionales dejando en un segundo término aquellos asépticos racionales. Pero esto sólo ocurre cuando existe cierta conexión.
Pues lo mismo sucede con las Marcas. Somos incapaces de poder describir una marca en su plano más emocional si no ha sido capaz de conectar con nosotros. Si no es capaz de entrar en nuestras vidas, solo podremos decir de ella lo que vemos desde fuera sin poder a conocer el significado de dentro.
Esto cobra especial relevancia en nuestro presente y futuro cercano, en el que estamos hiperconectados, procesamos grandes cantidades de información y tenemos que desechar aquella que no es relevante para nosotros.
Si a principios de siglo se decía que el ser humano, desechaba el 80% de la información que recibía, quisiera ver el porcentaje en nuestros días, cuando estamos sometidos a un flujo constante de mensajes multidireccionales.
Esto ha supuesto un nuevo reto para las Marcas, vital para seguir formando parte de nuestra vida.
CONECTAR PARA NO SER DESCONECTADO
Si alguien cree que conectar es tener un gran SEO o SEM, o una excelente presencia en Redes Sociales, o que nuestro Adwords nos de la paliza con banners teledirigidos.. ya puede dejar de leer esto.
La Conexión es una dimensión que siempre ha estado presente en las Marcas, pero que hasta ahora se resolvía de una forma que hoy ya no es válida.
Se creía que para conectar con nuestras audiencias, bastaba con responder a sus necesidades, estar donde ellas estaban y tener una propuesta de valor que fuera relevante para ellos.
Pues eso es lo mismo que decir que para enamorar a alguien basta con gustarle.
Ya no funciona así. Si antes las Marcas tenían que preguntarse:
QUIÉN SOY
QUÉ HAGO
Y POR QUÉ SOY IMPORTANTE PARA TI
Hoy deberían sumar una nueva dimensión, que es la de la Conexión.
Deberían preguntarse de qué forma pueden aportar a nuestra vidas, cómo se van a relacionar con nosotros, dónde, qué nos van a aportar y cómo nos acompañarán.
Eso requiere preguntarse:
CÓMO AFRONTAMOS LA VIDA CONTIGO
En qué forma vamos a formar parte de sus vidas. Qué Actitudes vamos a activar, qué motivaciones vamos a cubrir, qué comportamientos tenemos que tener para conectar, y proponer un estilo de vida que pueda conectarnos de forma más sólida, que seamos parte y forma de cómo lo vive.
No sólo debemos responder a las necesidades de nuestras audiencias como Consumidores, sino a sus motivaciones e inquietudes como Personas. Y esto es lo que tenemos que entender, somos parte de su comunidad y si queremos que nos describan como nos merecemos, tenemos que estar donde se merecen.
Muchas preguntas que hacernos más allá de si estamos en un canal u otro. Las respuestas a estas preguntas son la base para la construcción de Marcas del Mañana, no si estamos ON/OFF.
En fin, conexión no es ser digital, es forma parte de nuestras vidas.
COMMENTS