En este ejercicio la aerolínea recupera uno de sus símbolos que dan vida a su propuesta de valor y lo integra de forma renovada en su identidad.
El corazón, la aerolínea que piensa en sus clientes y empleados como el elemento más importante de su compañía.
Un posicionamiento que ha sido activado para construir una nueva experiencia para el usuario, desde la interacción de compra, hasta la atención en vuelo. El cariño, la proactividad y la sensibilidad son parte de la nueva propuesta de Southwest Airlines.
El icono tiene como objetivo capitalizar la nueva identidad y convertirse en un identificador que pueda funcionar y ser reconocible de forma independiente.
La idea es buena, pero el corazón precisamente, fuera del contexto de la aeronáutica queda como un símbolo recurrente en múltiples categorías, difícil de ubicar en ‘viaje’.
Pero lo que más nos gusta es la activación interna. Fueron los empleados los PRIMEROS en ver los nuevos aviones, en tocar la marca y vivir la experiencia. En un evento sorpresa, se llevó a los empleados con los ojos vendados a una pista donde les esperaba el nuevo avión… las caras de los mismos lo dicen todo. (podéis ver los vídeos y más imágenes aquí).
El resto, opinad vosotros.