¿Qué vale tu identidad? ¿Qué vale tu historia? ¿Puedes ponerle precio a tu nombre? ¿Venderías tu historia a otra persona?
Estas son solo algunas preguntas que deberíamos hacernos si alguien se acerca para comprarnos el nombre. El nombre que nos dieron nuestros padres, que forma parte de una historia, que te ha dado tu personalidad, que te ha identificado todos estos años… ¿Lo venderías?
Pues supongo que la respuesta tiene que ver con la cantidad que te ofrecieran. ¿Verdad?.
Bueno, esto es justo lo que les pasa a muchas marcas hoy y el fenómeno del patrocinio. La venta por fascículos de ciudades, monumentos, estadios, equipos, patrimonio cultural… un mundo en el que las marcas parecen querer ser sus dueños a cambio de dinero.
Vodafone Sol, Teatro Cofidis, Allianz Arena, Barclaycard Center, Mutua Madrid Open, Nike Square, y ahora el Abu Dabi Bernabeu.
Ya lo sabéis, el Real Madrid ha propuesto rebautizar su mítico Santiago Bernabeu por Abu Dabi Bernabeu a cambio de 500 millones de Euros. Sin duda una suma nada despreciable por perder más de 100 años de historia.
Quizás lo que llama la atención no es la pérdida de un nombre, sino la suma de otro. Otro que aporta un nuevo universo que nada tiene que ver con el deporte, ni con la historia del club, ni con los valores corporativos, ni tan siquiera con un imaginario europeo… Abu Dabi.
Se nos ocurren mil marcas que encajan mejor en el imaginario deportivo y en la historia del club que la propuesta de los Emiratos. Camiseta patrocinadas por Fly Emirates y estadio con el nombre de su capital.
Las Marcas, ciudades, países y gobiernos deben pensar en qué forma pueden sumar este tipo de patrocinios sin perder sus identidades, que sean capaces de sumar en una dirección reconocible, que aporten un valor más allá del económico y que sirvan para añadir significados al imaginario.
Un teatro patrocinado por Paramount, un estadio por RedBull, una plaza por Vodafone (con wifi), un parque por Iberdola, una biblioteca por Santillana, suenan mejor y completan el sentido del patrocinio de forma bidireccional.
Lo hemos visto con el Barça recientemente y su Qatar Foundation, ahora lo vemos con el Real Madrid. Y lo iremos viendo con equipos más modestos, como es habitual en toda Europa y EEUU.
Pero nos preguntamos si un club, una Marca, o una ciudad, no se sentiría más orgullosa de llevar el nombre de una Marca que sumase en positivo, que fuera una dinamizadora de la actividad, que conectara con sus audiencias, una marca deseada… Qué pasaría si el estadio más moderno del mundo se llamase Apple Arena, o el equipo más responsable lo bautizara como UNICEF Center, o buscando ser los más galácticos Virgin Bernabeu.
El dinero no da la felicidad, ni tampoco la mejor solución para tu Marca.
En fin, Abu Dabi..
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