Un avión sin motor, un velero sin mástil, un reloj sin agujas, una Coca-cola sin gas, a veces las cosas más pequeñas son las que más importan y son las responsables de que la totalidad no funcione.
El transbordador espacial explotó por una pieza de plástico de un coste de 2 dólares, el Titanic por ahorrarse unos cientos y el Barça casi arruina una reputación por unos millones con su patrocinio.
Las marcas tienen el mismo problema. No importa lo que nos esforcemos en intentar construirlas si su interior no funciona.
Si la marca no es capaz de tener una propuesta de valor adecuada, no se cree ni vive sus valores o su capacidad de respuesta no es la adecuada, da igual la marca que seamos, no tendremos un camino muy largo.
Si consideramos España, como una compañía que compite a nivel global y queremos construir la famosa y vilipendiada ‘Marca España’, entenderemos rápidamente que seas un país, unas zapatillas o una empresa de tornillos, necesitas lo mismo.
Existen cientos de iniciativas para salir y vender, o hablar, o propagar, o publicitar, o mencionar, o promocionar, o, o, o.. la Marca España. Incluso ahora existe un programa de control y análisis de la misma llamado Mesias.
¿De qué sirve vender zapatos si tu fábrica se está quemando? ¿De qué sirve intentar construir España fuera si dentro ni funciona?
Toda marca necesita un plan, y empezar por el tejado es desperdiciar los pocos recursos de los que disponemos.
Una marca que por dentro se cae a trozos. Una sociedad dividida, un tejido empresarial débil, una economía en recuperación con deuda del 100%, un oscuro velo de corrupción que roza el crimen organizado, cuando los focos de todo el mundo nos miran fallamos, y no somos capaces de ponernos de acuerdo en casi nada.
Imaginad que esto fuera vuestra empresa, que vuestros empleados están descontentos, que no trabajan por el mismo objetivo, que su esfuerzo se diluye en beneficio de unos pocos, que los habéis desmotivado, que no saben el valor que generan ni lo que fabrican, y ni siquiera pueden soñar con un futuro estable.. ¿Seréis capaces de tener una gran marca? ¿Podréis competir en un mercado con empresas unidas, preparadas, orgullosas y alineadas?
Cuanto me gustaría que Marca España se refiriera a construir un país, o una serie de naciones que trabajan sobre un mismo objetivo, en lugar de referirse a la última hazaña de nuestra selección, o a un roadshow de nuestro ministro de exteriores por el mundo.
Cuanto me gustaría que Marca España fuera una idea, y no una agenda de actos oficiales. Cuanto me gustaría que Marca España fuera lo que nos une y nos mueve, y no un titular de periódico en las noticias de las 21h.
En fin, de sueños se vive.
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