Las Marcas no son más que un significado poderoso capaz de movernos hacia una dirección concreta. Hacia la compra de un producto, o hacia el odio más profundo.
El branding, la creación y gestión de marcas, nos ayuda en la construcción de significados que conectan con sus audiencias y nos ayudan a relacionar lo que tenemos, con lo que necesitan. Si simplificamos la disciplina, el branding nos ayuda a construir significados.
Los significados han movido a la humanidad a lo largo de los tiempos y las culturas. Hemos seguido ciegamente a personas, religiones e ideales, sólo por lo que significaban para nosotros. Libertad, poder, fé, pasión, ilusión, esperanza, odio, miedo.
Significados que utilizamos para construir Marcas y conectar con las emociones más básicas de nuestras audiencias. Ahí reside el auténtico poder de una Marca, la capacidad de capitalizar un conjunto de significados que dan respuesta a nuestras necesidades creando valor y preferencia.
A veces esta capacidad la utilizamos para un buen fin, hacer prosperar a nuestras empresas y la sociedad, o para lo peor que puede ofrecer el ser humano.
Desde Hilter, el Partido Nazi y su idea poderosa de una nación libre, superior y única, apelando a la aspiracionalidad y orgullo patrio de todo un país, pasando por lo último innombrable del Grupo Terrorista ISIS.
ISIS la Marca del Terror
No hay palabras para mencionar lo que está sucediendo en el Medio Oriente con este grupo terrorista autodenominado, Estado Islámico, el ISIS. Grupo que protagoniza las portadas más salvajes del último siglo y que suma miles de adeptos a diario. El Grupo terrorista con más riqueza de la historia y con un poder militar equiparable al de una gran nación.
Una organización de odio, terror y barbarie que tiene sumido a medio mundo en una nueva guerra santa.
Un grupo capaz de proyectar un significado poderoso para sus seguidores, una vida auténticamente islámica frente a la invasión de los valores occidentales y la pérdida del terreno del islam más radical y salvaje. Un significado, que se rodea de otros factores que han convertido al ISIS, en una Marca. La Marca del Terror.
Un significado, una símbolo, un color, un uniforme, una comunicación (estilo Hollywood), un ritual, una propuesta de valor, un comportamiento y unas creencias. Una Marca.
Si afrontamos el ISIS como el nacimiento de una Marca capaz de conectar con las motivaciones de sus audiencias más radicales a través de un significado poderoso, cabe pensar que como cualquier marca, se puede enfrentar a un escenario competitivo.
Es decir, ¿Sólo vale la fuerza para derrotar al ISIS? (exterminar, por favor), ¿Sólo se puede combatir desde fuera? ¿Qué otras opciones existen para sus audiencias? ¿Cómo puede destruirse una Marca?
Más allá de un grupo terrorista armado, ISIS es un significado que actúa como Marca y como tal, está expuesta a unas reglas de competitividad.
Existe una motivación en sus integrantes que se da respuesta desde una idea capitalizada por ISIS. ¿Podría existir una alternativa que diera respuesta a esa motivación con otra Marca? ¿Debe venir de fuera?
Imaginemos que somos clientes fieles de una Marca, muy fieles, es nuestra religión, la seguimos, adoramos y escuchamos. ¿Qué pasaría si alguien viene a meterse con nuestra marca? ¿si alguien intenta devaluarla? ¿Si alguien intenta destruirla?
Reaccionaremos con violencia, saldremos en defensa de lo que creemos nuestro y el efecto será el contrario. Hacernos más partícipes de un grupo que se autodefiende.
Pero… ¿Qué pasaría si nace una nueva marca que me da respuesta a lo que busco de una forma distinta? ¿De una forma nueva? ¿Una nueva marca que compite por encontrar otra solución al mismo problema? ¿Desde dentro?
Desde luego, desde la óptica del branding, la creación de una alternativa sólida, como marca, con su identidad, sus símbolos, su significado, su propuesta de valor, etc… es una forma de reducir la competitividad de ISIS, y ofrecer una nueva opción a todos los que hoy acaban en este grupo por falta de competencia.
La Coalición Aliada, formada por más de 20 países, no dejan de ser un estímulo para incentivar la idea de que esos países no son dueños de su destino, sino del de occidente. Ofrecer una alternativa local, armada, organizada y con significado, es ofrecer una oportunidad de limitar el crecimiento de una Marca en un mercado.
La Marca del Terror tiene que tener su confrontación militar y su confrontación ideológica. Toda marca es susceptible de ser desposicionada por su competencia y ofrecer una alternativa competitivamente distinta. Esta no es diferente.
En fin, el branding no salvará el mundo, pero el mundo ha vivido de ello.
COMMENTS