Somos la historia de batallas, de guerras, fronteras desdibujadas y territorios conquistados. Somos hijos del conflicto.
Es triste, pero a la vez es sorprendente, el ser humano se ha forjado, ha avanzado y ha resurgido de cada una de sus batallas internas. La lucha, el miedo, es algo que nos hace movernos y superarnos.
En nuestro pequeño mundo llamado Branding, las batallas llevan existiendo toda la vida. El origen del propio concepto Marca es fruto de una batalla: Este producto es el mío y no el del vecino.
La competitividad, que suena mucho mejor que la batalla, es el motor que nos ayuda a innovar, a la mejora constante, a evolucionar a nuevas soluciones con el objetivo de hundir al contrario. La supremacía, el liderazgo, mi posición.
Coca-Cola y Pepsi, Adidas y Puma, Apple y Samsung, BMW y Audi, Fontaneda y Cuétara, Iberia y Aireuropa, IBM y HP.
Mires donde mires, hoy, ahora, en este instante, hay una batalla cerca de ti. Es muy probable que sea imperceptible, que no la veas, pero la estás sintiendo.
Te llegan ofertas, lanzan un teléfono nuevo esperando ser el primero en llamarlo modelo 7, te encuentran donde menos te lo esperas, te meten en tu cabeza su musiquita, reconoces sus colores a lo lejos, sabes quién es el azul y quién el rojo, quién el de las alas y quién el que te llevará caminos llenos de barro.
Estamos presenciando una batalla de dimensiones épicas.
Y no sólo entre Marcas de la misma categoría, sino entre categorías distintas. Los vinos que quieren ser como las cervezas, y las cervezas como los vinos.
En este mundo en guerra, las Marcas tienen varias armas:
INNOVACIÓN
La más destructiva. Si tu producto posee una ventaja competitiva inigualable tienes la batalla ganada. Es el arma que más bajas causa, es el punto que más inversión y requiere por parte de nuestra competencia si quiere reaccionar.
TERRITORIO
A mismo producto, distinto enfoque. Cambiar las reglas del juego, el terreno en el que competimos, el prisma desde el que nos acercamos a nuestras audiencias. Es un arma poderosa porque reformular desde una nueva óptica todo lo que sabíamos del campo de batalla. Descoloca y aturde.
PROPUESTA VALOR
A mismo territorio, distinta promesa, diferentes formas de conectar con nuestras audiencias. Nuevas luces en el firmamento, nuevas opciones en las que escoger. Promesas que nos hacen más o menos relevantes frente a los demás, que nos diferencian y aportan un valor distinto.
ACTIVACIÓN
Cuando parece que todo está perdido, siempre quedará la experiencia. La forma en la que hacemos vivir lo que somos, como se relacionan con nosotros. Quizás no tenemos el mejor producto, ni la mejor promesa, ni el territorio más diferencial, pero somos únicos en lo que hacemos sentir. Un arma que complementa las demás y apoya nuestra causa.
Las batallas que perdemos son batallas que ganan los demás.
Es complicado competir en un mundo global, incluso con las mejores armas del planeta, imagínate hacerlo sin ninguna.
Si crees que el Branding es caro, prueba con el olvido.
En fin, cuerpos a tierra.
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