Nació en 1940, de la mano del ejército americano, ayudó al Apolo a llegar a la Luna y a Henry Ford a mejorar la seguridad y la producción tras el escándalo del Ford Pinto.
No estamos hablando de ningún personaje, estamos hablando de una herramienta que estalló en los años 60 y que hoy continua vigente y funcionando en la mayor parte de las empresas de este planeta.
Es el AMFE, el Análisis Modal de Fallos y Efectos.
Es una herramienta que identifica los problemas y riesgos de un proceso en función de los efectos que pueden causar y su probabilidad y frecuencia en la que ocurren.
Es decir un sistema pensado para detectar los posibles fallos potenciales en un sistema, asociarlos a un efecto concreto, prever la frecuencia con la que puede pasar eso y la dificultad que tendremos o no para detectarlo.
Básicamente es un mapa del desastre y un plan para remediarlo.
Y si fue fundamental para el desarrollo de las empresas a finales de siglo XX y lo es hoy para la mayoría de compañías que operan en este siglo, lo es también para las Marcas con las que trabajamos.
¿Sabrías decirme de forma exhaustiva qué cosas pueden salir mal con tu Marca? ¿Qué indicadores son los que tienes diseñados para medirlo? ¿Qué plan corrector asociado a cada indicador tienes para corregir el rumbo de inmediato? ¿Qué debe preocuparte más en todo esto?... ¿O simplemente improvisas?
Bueno, la Marca es un valor que debemos sostener en el tiempo, y todo lo que necesita gozar de buena salud, sea una persona o un coche, debe estar sometido a controles frecuentes.
El AMFE de Marca es una herramienta poderosa que no sólo nos sirve para tener un plan, sino que su función más importante es obligarnos a pensar sobre ello. A pensar sobre todos los aspectos que pueden fallar y tomar conciencia de la dimensión a la que te enfrentas.
¿Cómo se estructura un AMFE de Marca?
Por simplificarlo mucho es una tabla de correlaciones en la que tenemos:
La Variable
Aquel KPI de mi Marca que me ayudará a detectar un problema o un indicador de salud de Marca o un elemento de la misma que pueda sufrir desgate.
El Fallo asociado a la Variable
Qué fallos pueden ocurrir asociados a esa variable.
Efectos de ese Fallo
Qué le ocurrirá a mi Marca si eso ocurre
Causa de ese Fallo
Qué ha provocado ese fallo
Nivel de gravedad (S)
Cómo de crítico es para mi Marca ese fallo
Nivel de probabilidad (O)
Del 1 al 10 que probabilidad hay de que eso ocurra
Nivel de detección-dificultad (D)
Del 1 al 10 cómo de sencillo es que yo pueda detectarlo
RPN (Risk Priority Number)
El índice de importancia de esa variable que evalua el riesgo para mi Marca. RPN= S x D x O
Acciones recomendadas
Qué podemos hacer para solucionar
Responsable
Quién se va a encargar de ello
Al final el RPN nos da el número que nos indica cuanto de preocupados deberíamos estar por esa variable. Eso nos ayudará a establecer los controles adecuados para medirla de forma más o menos frecuente.
Podemos hacer AMFES complejos de variables típicas como la Relevancia, la Diferenciación, la Credibilidad, el Alcance, etc… o sobre elementos de Marca, para detectar el desgaste de los mismos como Logotipo, Colores, Tipografía, Tono de Voz, Sistema de Pictogramas…
No es lo mismo tener un desgaste o un problema con el Logotipo, que con el Tono de Voz, los efectos serán muy distintos, y te darás cuenta que el Tono a priori tiene un RPN mayor que le fallo en el Logotipo, por lo que en lugar de pensar si tu Logo sigue funcionando bien o mal, deberías estar pensando si transmito realmente lo que soy cuando nos expresamos.
El AMFE es una herramienta de gestión avanzada de calidad (APQP), de obligado cumplimiento para las compañías que quiere obtener certificados de calidad ISO o TS. Por lo que si puede ayudar a un proceso productivo, puede ayudar a tu Marca.
Y recuerda, si no puedes medirlo, no puedes controlarlo.
En fin, causa-efecto.
COMMENTS