Nuestro cuerpo es extremadamente complejo y tiene múltiples capacidades que desconocemos en absoluto.
Somos capaces de controlar y manipular muchas de las cosas que nos pasan a diario con un simple gesto habitual al que no das importancia. Casi un acto reflejo, instintivo que tiene el poder de cambiar una situación.
¿Cuántas veces al día te fijas en tu respiración? ¿Cuántas veces le das importancia al acto de respirar?
Es increíble, pero siendo el acto consciente que te mantiene vivo y quizás uno de los que más desconoces.
La respiración tiene la capacidad de concentrarte, prepararte para un momento difícil, relajarte, aliviar un dolor, te ayuda a pensar con claridad o a disfrutar del momento. Te otorga capacidad y resistencia, o te libera de una tensión.
La respiración la hemos utilizado durante siglos para encontrar fuerzas donde nuestro físico no las encuentra. Ha sido y es empleada en los principales deportes que practicamos y en las milenarias artes marciales.
Ibuki, es el nombre que recibe la respiración de diafragma que proporciona al karateka la capacidad de golpear intensamente en un punto concreto por encima de su fuerza muscular. Ibuki te prepara para ser más eficiente.
El ser humano tiene la capacidad de golpear un punto concreto y en función de su respiración, tu puño rebotará haciéndote daño o lo atravesará con plena convicción.
No es la fuerza con la que impactas, sino el foco que ofreces al impactar.
Una lección que podemos aprender desde el Branding. Una lección que muchas Marcas deberían aplicarse.
Las Marcas deben aprender a respirar.
Deben aprender que el foco es más importante que el impacto, que la fuerza no reside en la potencia sino en la capacidad de orientar el impulso correctamente.
La respiración de una Marca consiste en definir correctamente el punto al que nos dirigimos y optimizar todos nuestros esfuerzos en una dirección que nos permita optimizarlos.
Encontrar nuestro Ibuki, el Propósito por el que movemos nuestro diafragma y exhalamos esa bocanada de aire. Ese Propósito que es nuestro fin único por el que respiramos.
Las Marcas que no son capaces de encontrar un sentido a su respiración, son Marcas que no son capaces de encontrar su fuerza.
El oportunismo, la impaciencia, la improvisación, la falta de ritmo, la falta de profundidad, o simplemente la incapacidad para inspirar, te llevará a una respiración inconstante, interrumpida, ineficiente y en definitiva absurda.
Cuando no respiramos correctamente en una actividad, no somos capaces de desarrollarla adecuadamente, y eso siempre acaba de forma dolorosa para quien la práctica.
Intenta nadar sin saber respirar correctamente, o corre sin marcarte un tiempo, o golpea una madera sin acompañarla de la correspondiente respiración, y comprobarás lo que duele.
Lo mismo con tu Marca, prueba a moverte, a golpear, a correr, sin saber hacia dónde vas, dónde golpear o cómo correr, y comprobarás lo mucho que, también, duele.
Respirar nos mantiene vivos, pero saber respirar te mantiene fuerte.
En fin, busca en tu interior antes de salir al exterior.
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