Hay pocas cosas que unan tanto que el amor o el odio por algo. Y esa es la base de nuestra civilización.
Pocos sentimientos son capaces de polarizar tanto, ser tan poderosos y mover tantas voluntades. Lo vemos en las religiones, en las guerras, en las comunidades, o en las rivalidades entre dos equipos.
Y esto es lo que acaban de experimentar muchos de los seguidores e hinchas del Atlético de Madrid en esta nueva etapa del Club: Amor y odio.
El equipo colchonero ha desvelado el nuevo nombre del nuevo estadio que acogerá a los rojiblancos la próxima temporada, y aprovechando el momento, presentaron también el nuevo rediseño del escudo que viste su camiseta.
Un anuncio que no ha sentado bien a muchos y que ha entusiasmado a otros. Amor y odio. Frente al cambio, siempre existen polarizaciones, sobre todo cuando el cambio impacta directamente en vínculos emocionales.
Desde Branzai, no queremos hacer valoraciones sobre el ‘rediseño’ del escudo realizado por el estudio catalán Vasava, encargado por Sra.Rushmore (la agencia de toda la vida del Atleti).
Para ese capítulo nos quedamos con esa frase que corre por las redes que dice ‘Una vez que ves un oso asustado de una bomba nuclear, ya no puedes ver el madroño’…
Nos vamos a centrar en algunos aprendizajes que nos resultan interesantes en este tipo de procesos de cambio, y que pocas veces tenemos la oportunidad de ilustrarlos de forma tan didáctica.
Los 4 errores de un cambio:
Tus empleados, deben ser los primeros
En cualquier cambio, en cualquier lanzamiento de Marca, tus empleados se merecen ser parte del cambio. Es decir, jamás pueden enterarse de su futuro por un tercero o por la prensa.
Uno de los errores, si el Atleti fuera una compañía, es haber realizado un lanzamiento externo antes que uno interno. Los socios (audiencias internas), en las empresas los empleados, son los que deberían haber conocido de primera mano este nuevo rumbo y estas nuevas decisiones.
El lanzamiento externo, a medios, siempre debe ser posterior al interno, o como mínimo debe hacerse a la vez, pero nunca dejar que el externo alimente al interno sin control. Luego pasa lo que pasa.
No es sólo una Marca, es un sentimiento
En cualquier compañía con tanta historia, la Marca no es un simple logotipo, ni mucho menos un escudo. Es un sentimiento para muchos, una razón de levantarse todas las mañanas para otros.
Por eso en estos procesos de cambio interno, hay que contar con la colaboración e involucración de tus empleados desde el minuto cero.
Tu nombre te representa, siempre
Todos evolucionamos, nos hacemos mayores y cambiamos de vida más a menudo de lo que quisiéramos, pero pocas veces se nos ocurre cambiar de nombre en cada uno de esos giros, ¿verdad?
Es cierto que Vicente Calderón quedará para la historia, y el nuevo estadio merece un nuevo futuro, pero no merecía no ser dueño de ese futuro. Wanda Metropolitano, y si mañana patrocina Nike, Nike Metropolitano y si pasado rompemos con Nike y lo patrocina Vodafone…
No es el nombre, el problema es que lo que nos identifica, lo que hace que ese nombre sea el Atleti es simplemente un Apellido.
Sabemos que los clubes venden su alma a terceros para seguir funcionando, pero más allá de eso, ¿no podría haberse escogido un patrocinador que fuera más de la mano de los valores del Atleti? ¿Una Marca más complementaria? ¿La ganancia al corto es mejor que al largo?
Tus colaboradores también son tu Marca
Y aquí lo dejamos, con una pequeña reflexión. Un club como el Atleti, con una cultura deportiva, historia que le representa, un sentimiento de millones de personas muy concreto… ¿Tenía que escoger trabajar con un estudio de Barcelona? ¿Proveedor del Barça durante mucho tiempo y responsable de la Tipografía actual de su antoginista rival? ¿No hay estudios en Madrid con sentimiento colchonero?
El pensar que todo lo que haces impacta y determina el sentimiento de tu Marca para tus audiencias, es pensar que la Marca es algo más que tu logotipo.
Al final, un movimiento necesario para una nueva época del Club, pero un mal movimiento en los pasos, la forma y el fondo.
De cualquier forma, si el estadio se llamara Metropolitano Aragonés, alguien se quejaría por no haber aprovechado el dinero de Wanda… o si el escudo no hubiera cambiado nada, alguien diría que no estamos evolucionando.
Nosotros preferimos quedarnos con lo que se ve detrás, más que lo que se valora de frente. Que parece que los mejores diseñadores de este país siempre están en los foros y no en las grandes consultoras, agencias o estudios que hacen estas cosas.
Suerte al Atleti, y suerte a las empresas que se les ocurra cometer estos errores,
En fin, ¿Has visto a Wanda?
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