En la vida te conocerán por lo que dices, y te juzgarán por lo que haces.
La vida sería mucho más sencilla si todo lo que nos dicen, correspondieran con todo lo que hacen. Eso crearía un mundo de certidumbre, más predecible y mucho más confiable sin duda.
No tendríamos que intentar descubrir dobles intenciones, o si quiera pensar qué se esconden detrás de esas palabras.
En el fondo, debería ser el fin último de todos nosotros, ser coherentes entre lo que prometes y lo que te comprometes. Pero ya sabéis, que no es así.
Aquello que haces, te define. Y te posiciona frente a los demás.
Este concepto es muy interesante desde el punto de vista de la Marca, ya que cuando establecemos el espacio que queremos ocupar, no son pocas las ocasiones en el que las compañías se olvidan de ello.
El posicionamiento.
Conocido por todos y mal usado por muchos.
El posicionamiento es una herramienta fundamental que determina Quién eres, Qué haces y Por qué eres importante para mí. Determina la forma en la que vamos a competir en un mercado. Determina lo que significas.
En este camino en búsqueda de una posición competitiva, solemos preguntarnos qué tenemos nosotros que no tengan las demás, qué necesidades o motivaciones de nuestras audiencias no están cubiertas y cómo nosotros podemos abordarlas desde el Qué (lo que hacemos) o desde el Cómo (la forma de abordarlas).
Habitualmente obtenemos una pequeña respuesta con un escenario ideal en el que deberíamos estar. Y ahí tenemos el posicionamiento.
Un espacio que ocupar en el que podemos ser diferenciales creando valor y preferencia.
Un pequeño párrafo que nos describe y nos orienta hacia el mercado de forma única, pero que en ocasiones se olvida de algo fundamental. No basta con escribirlo, hay que serlo.
Es decir, ¿Somos capaces de ser eso que hemos definido? ¿Somos capaz de cambiar y hacer lo que sea necesario para que ese trozo de papel tenga sentido?
Pues os sorprendería cuantas compañías no se lo preguntan.
‘El mercado necesita algo más de frescura y más empatía, una Marca que escuche y se ponga de parte de los consumidores.’ Perfecto... ¿Te has preguntado si tus empleados son los adecuados para ser más frescos y empáticos que la competencia? ¿Tienes tus procesos adaptados para escuchar a tus consumidores? ¿Cómo piensas responder a sus necesidades cuando los escuches? ¿Existe un plan para cambiar la forma en la que nos expresamos? ¿Qué significa ser empáticos a través de nuestra identidad? ¿Cómo afecta esto al Call Center? ¿De qué forma puedo tratar acorde a mis empleados? ¿Qué planes tengo al respecto? Y un largo etc…
El papel, lo aguanta todo y la realidad sólo una parte.
Jugar con el posicionamiento de una Marca no significa tener un mensaje precioso en tu nueva página web, ni un bellísimo tagline que acompaña a tu logotipo. Tener un posicionamiento significa comprometerse con tus audiencias.
El posicionamiento es aquello que estoy dispuesto a hacer para ser quien quiero ser.
Y eso va más lejos que simples palabras, eso es un compromiso con la Cultura, los Procesos, los Sistemas, los Comportamientos, los Productos, los Empleados y la Comunicación.
En fin, no lo digas, hazlo.
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