El ser humano tiende a olvidar y a pensar que su tiempo siempre fue mejor que el de los demás, que el futuro se crea ahora y que somos los últimos poseedores del mejor de los conocimientos.
Pero basta con echar la vista atrás y ver como recuperamos, año tras año grandes cosas del pasado. Desde la forma de organizarnos, hasta la manera de entender el mundo. Qué seria nuestra amada democracia actual, reciente, sin nuestros antiguos griegos. Hemos puesto de moda el concepto ‘Reputación’ cuando ha existido desde los feníceos.
Desde la Gestión de Marcas, en este contexto, nos gustaría echarle un ojo a uno de los grupos más temidos de nuestra historia, y que tienen mucho que enseñarnos. Un grupo de personas que pasó a la historia a finales del S.XVII y principios del S.XVIII. Los Piratas.
Un grupo de personas que pusieron patas arriba el comercio mundial entre los grandes imperios de la época, se labraron un nombre y consiguieron, en un periodo corto de tiempo, crear una super Marca.
Conocidos en todo el planeta, de la misma forma, con el mismo significado, mismo imaginario y misma identidad.
Un grupo que supo construir una enseña que creó Valor y Preferencia, construyó Identidad e Imagen, e impacto positivamente en sus negocios. Una Marca.
Desde Branzai nos gustaría remarcar algunos de los puntos, que desde una perspectiva del Branding, hoy las Marcas deberían aprender. Nota: Estamos en contra de la violencia y la piratería.
¿Por cierto sabéis la diferencia entre un Pirata y un Corsario? El pirata era un asaltante, y el corsario era un asaltante con licencia, compraba la ‘patente de corso’. Unos azotaban a las naciones sin bandera, y otros azotaban al contrario bajo una bandera de una nación.
Recapitulando, ¿Qué nos gusta de la Marca Pirata?
Un Líder, una Dirección
No puede existir el concepto de Marca si no hay un líder que la arrope, la defienda y la abandere.
La Marca es la suma de todo lo que hacemos, y en ese sentido los Piratas al disponer de un capitán que marcaba las directrices, eran capaces de crear patrones de conducta consistentes. Un hombre, un mando, una visión compartida con todos de la misma forma.
Un Propósito Compartido
Fundamental. Las tripulaciones estaban compuestas por cientos de hombres de diferentes procedencias, con distintas personalidades, pero funcionaban de forma precisa y unida porque compartían un objetivo común, un propósito que estaba por encima de la particularidad individual y apelaba al beneficio del grupo.
Cada Barco una Personalidad
El Barco, en muchas ocasiones, estaba por encima del capitán y la tripulación. El barco se forjaba una personalidad, tenía un nombre, una historia de éxitos y fracasos, y sus capitanes y tripulaciones vivían de ello.
Como en la empresa, la Marca es un contenedor al que le damos contenido con nuestros empleados, pero es quien lleva nuestra bandera y la razón por la que se nos conoce.
Bajo una misma Bandera
Una identidad. A pesar de la creencia que los Piratas disponían simplemente de la ‘Jolly Roger’ el nombre que recibe la bandera más conocida, cada barco, cada tripulación, tenía su propia bandera que contaba su propia historia.
Un símbolo que encapsulaba lo que podías esperar de ellos al verla en el horizonte, que anticipaba un mensaje y te desvelaba una propuesta de valor. Una bandera querida y respetada por cada miembro de la tripulación, signo de orgullo e identidad.
Más que una Tripulación
Muchos no lo saben, pero las tripulaciones de los barcos y los capitanes estaban sometidas a sistemas de decisión democrático, por lo que no eran simples miembros de un barco, sino que cada uno era socio de su propia empresa. Tenía voz, voto y era una unidad indivisible del todo.
Dormían, comían y morían juntos, una pequeña familia que a pesar de ser una amalgama de nacionalidades, estaban unidos por un sentimiento mayor, un proyecto.
Lo importante: la Reputación
Eres lo que piensan de ti. Y para los Piratas esto era fundamental. Contaban con los mismos mosquetones, los mismos cañones y mismos barcos, la diferencia estaba en la bandera y la reputación que ese barco y capitán llevaban en ella.
Los actos, los comportamientos y la experiencia que eran capaces de producir, generaban más efectos que la propia acción. De hecho una bandera temida era sinónimo de rendición inmediata antes de entrar en combate.
Un Story que contar
Un 20% de verdad un 80% de grandeza. Construir un relato, un story, capaz de cruzar océanos y contar una historia sobre ellos mismos era importante. Definir claramente quiénes era, de dónde venían y qué podías esperar de ellos, construía una imagen homogénea en medio planeta, fácil de entender y decodificar por igual. Nadie nunca creyó que Barba Negra fuera una hermanita de la caridad.
Atraer Talento
Una bandera poderosa, un capitán temido y un barco reputado, era sinónimo de ventaja competitiva, porque tendrías a los mejores hombres deseando formar parte de tu tripulación. No hay que decir nada más.
En definitiva, eran hombres, algunos ilustrados, otros buscavidas, que sin saberlo crearon un sistema capaz de construir Diferenciación, Valor y Preferencia, impactando positivamente en sus negocios.
En definitiva, estos hombres llevaban el instinto de la Marca en sus venas, supieron sacarle el mejor partido posible y se convirtió en un arma poderosa. Sus Marcas eran capaces de hacer rendir un barco mercante sin levantar un solo sable.
En fin, al abordaje.
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