Estoy seguro que cuando tienes una entrevista importante de trabajo, la noche de antes estarás nervioso, pensarás cómo vestirte, e incluso puede que imagines las preguntas que te hará el entrevistador.
Estoy seguro que si tienes una cita con un inversor importante, y tu futuro está en juego, estarás preocupado, prepararás perfectamente tu discurso y seguro que intentarás generar la mejor de las impresiones.
Y estoy seguro que el día que tuviste tu primera cita con tu pareja, hiciste todo lo posible por que viera lo mejor de ti.
En nuestras vidas, todo va de primeras impresiones. En tu vida, eres lo que los demás ven de ti.
Si somos capaces de entender lo importante que es transmitir lo correcto en los momentos adecuados, ¿Por qué nos cuesta tanto hacerlo con nuestra Marca?
En estos años hemos ayudado a muchos emprendedores, startups y PYMES. Valientes con una idea, un sueño y una ambición.
Es muy habitual que en los procesos de emprendimiento nos centremos en la viabilidad del modelo de negocio, el desarrollo del producto y todo lo que tiene que ver con lo que creemos que nos va a generar ingresos.
Y muy muy pocas veces, los emprendedores, piensan en cómo voy a vestir todo eso con una Marca.
Amigos, esto es equivalente a tener la mejor formación del mundo y presentarte en pijama a tu entrevista.
Entendemos que en ocasiones la Marca se perciba como ese dibujito de mi Logo que me acompaña en mi tarjeta. Entendemos que en ocasiones ni esté en tus prioridades gastar ni un euro en eso llamado ‘Marca’, porque crees que vende menos que tu producto.
Pues ese pensamiento es una trampa mortal para tu futura empresa.
Primero porque la Marca no es simplemente tu identidad, tu Logotipo. Es la forma que vas a conectar lo que tienes con lo que quieren, y os aseguramos que más de un 80% del éxito de las empresas no es el QUÉ tengo, sino el CÓMO lo hago.
Y el CÓMO es mi Marca.
Segundo, porque tu Marca es tu carta de presentación, y si no irías en chandal a una cita con un inversor importante, no deberías dejar que tu Marca lo hiciera.
Tercero, porque seguro que tendrás éxito, porque seguro que crecerás, seguro que te harás muy muy grande y llegará un momento, que tu Marca no estará a la altura de tu negocio. Y cuando decidas que hay que cambiar, tendrás miles de puntos de contacto, cientos de empleados y una inversión por delante titánica.
Cuarto, porque no sólo vives de lo que vendes, sino del talento que tienes contigo a tu lado. Y más allá de tus amigos, los mejores quieren estar en los mejores sitios y sentirse orgullosos de contarle a los suyos ‘yo trabajo aquí’. Si tu Marca no es capaz de movilizar ese sentimiento, olvídate de competir.
Quinto, porque tenemos muy claro en qué voy a gastarme el dinero en los primeros meses, pero sin una dirección concreta, llamada Marca, es posible que estés malgastándolo en múltiples sentidos.
Sexto, porque crees que invertir en Marca es caro, pero si te parece caro, puedes probar lo caro que es el olvido.
Y Séptimo, porque o creas Valor y Preferencia, o no tienes nada. Y o tienes un producto que nadie jamás de los jamases puede imitar, o tienes una Marca poderosa a la que nadie, jamás de los jamases, quiere renunciar.
Por eso cuando emprendes desde la idea, y te olvidas de quién va a representarla, tu Marca. Te estás olvidando de la capacidad de importar a alguien.
Tu Marca es la posibilidad de importar a los demás.
Si emprendes sin Marca, es como construirte una casa sin tejado. Te ahorras un dinero, pero si llueve, te entrará agua.
En fin, pon una Marca en tu vida, YA!
COMMENTS