El ser humano es el único animal que pretende tener el control de todo lo que le rodea.
Levantamos fronteras y muros, establecemos normas y leyes, escribimos doctrinas y religiones, diseñamos tratados y acuerdos, e incluso enumeramos las reglas de convivencia en el hogar.
Somos gestores por naturaleza, o pretendemos serlo.
Ser un gestor, o pretenderlo, significa que hay un sujeto que tiene la capacidad de gestionar y un objeto que puede ser gestionado.
Sobre este principio tan sencillo, se basa desde hace décadas uno de los principios que rigen la vida de una Marca, la Gestión de Marca o el Brand Governance.
Como bien indica el nombre la gestión de una Marca tiene como objetivo establecer un control que me ayude a ejercer un poder sobre la misma para llevarla por el camino que quiero.
Esta disciplina, la Gestión de Marca, parte de la base que la Marca es algo gestionable y lo cierto es que no lo es.
La Marca es aquello que sucede en la mente de quienes la consumen. La Marca no es más que aquello que significa para ti.
Y eso es simplemente el fruto de todas las interacciones que tienes con ella en todos los puntos de contacto. Y eso, por mucho que nos cueste creerlo no es gestionable por una única persona.
La Marca no es tanto lo que definimos que es, sino lo que hacemos que sea.
Las Marcas son el resultado de muchas decisiones, desde la estrategia hasta la activación. Desde la voz que le pones a tu Marca en el anuncio de TV, hasta la forma en la que te atendió el chico del Call Center, o incluso lo satisfecho que te dejó el producto o servicio contratado.
Pretender Gestionar la Marca, es pretender gestionar el producto, a los empleados, la distribución, la política de precio y calidad, el RSC, o las políticas de contratación de personal.
Por lo que hablar de Gestor de Marca, es hablar de algo que realmente no existe.
Lo que hacemos actualmente, es asegurar que todos los que intervienen en la Gestion de Marca tienen las herramientas necesarias para hacer bien su trabajo.
Y eso implica pasar de la Gestión de Marca o el Brand Governance, al Brand Coaching.
La definición, identificación y formación de los diferentes actores que intervienen en la gestión real del día a día que construye mi Marca, para alinearlos bajo un mismo objetivo, en una misma dirección.
Agencias, colaboradores, departamentos internos, y el propio consumidor, son parte activa de la Gestión y construcción de nuestra Marca.
Pretender desde un pequeño departamento de 2-7 personas, ejercer el control de lo que hacen los demás, es como pretender controlar tu vida sabiendo que no puedes predecir lo que harán los que te rodean.
Por este motivo, los sistemas de Gestión, como el BrandGuardian tradicional, están cambiando y mutando a sistemas de Co-Creación o Colaboración.
Si tienes una Marca, si gestionas una Marca, deberías preguntarte qué estás gestionando realmente y cuánto se te escapa por no crear sistemas colaborativos con todos aquellos que hacen de ella una realidad.
Las Marcas son de quienes las usan. Y ese es el camino para gestionarlas.
En fin, coaching más que guardian.
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