¿Tu Marca trabaja para dentro o para fuera?
Esta pregunta que parece un tanto absurda es algo que deberían formularse muchas de las empresas de este país.
No son pocas las grandes compañías que han ido evolucionando con los años y han convertido su ‘Departamento de Logos’, en ‘Departamentos de Marca’.
Es decir, hace unas décadas, en España, la Marca no tenía el peso que tiene ahora, y básicamente se trataba como una oficina interna de suministro de identidad corporativa. Un lugar en el que se velaba por los diferentes logos que teníamos, y las aplicaciones de los mismos.
Eso, por fortuna, en la mayoría de las compañías ha cambiado.
Aunque lo que no ha cambiado es el sentido del servicio interno de esos departamentos, y ahí es dónde se separan las grandes Marcas de las corporaciones con Marca.
Hoy, en 2018, muchos departamentos de Marca tienen como función ser un proveedor interno de servicios a múltiples departamentos. Trabajan y viven para contentar al resto de la organización.
‘Es que nuestra unidad de negocio necesita más flexibilidad y un discurso más divertido, tenemos que adaptar la Marca a esta realidad’. ‘Es que en Recursos Humanos queremos crear un logotipo para las jornadas de conciliación laboral’. ‘Estamos haciendo un folleto para nuestra feria y necesitamos unas imágenes chulas’.
Hay dos formas de gestionar una compañía, desde la Marca o sin ella.
Cuando entendemos lo que nos hace competitivos en un mercado, y entendemos que podemos capitalizarlo en un vehículo llamado Marca. Entendemos que la compañía debe alinearse, en lo que hace, lo que dice, y lo que es, en ese sentido.
Por lo que la Marca internamente no es un recurso, es un medio para ser lo que necesitamos ser. Les guste a unos o no.
Eso implica, que el Departamento de Marca, no es un proveedor interno del resto de unidades de negocio o voluntades del resto de departamentos. Sino que es un eje central sobre el que pivota, se organiza y colabora toda la organización.
Si como Marca nos difumina esa promoción comercial de esa unidad de negocio, no se hace. Y punto.
Esto implica, entender, que la Marca es mucho más que cuatro colores y un logotipo, sino que es una forma de hacer las cosas, y de no hacerlas.
Pero, por desgracia, hoy encontramos muchas compañías y equipos atrapados en otro mundo. En ese mundo en el que la Marca es lo que quiero que sea para mi interés personal y particular.
Y ahí es donde pierde todo el sentido el concepto de Marca.
Cuando tu departamento de gestión de Marca, no es más que un proveedor a las voluntades del resto de departamentos, es que no estamos gestionando el negocio desde una única dirección.
O somos BrandCentric, o no.
Ser una compañía con una gestión BrandCentric nos permite ser siempre lo mismo, gestione quien gestione nuestros departamentos. Nos hará más eficientes, creará una cultura común y alineada, romperá silos y reinos de Taifas, nos ayudará a construir lo que debemos ser y no lo algunos quieren ser.
Al final, una gestión BrandCentric es importante para caminar juntos un mismo camino.
Si tus gestores de Marca se dedican a contentar a los directores comerciales, a las unidades de negocio, y a otros actores relevantes de la compañía, no tienes una Marca, tienes un logo que todos utilizan.
En fin, menos servicio interno, más poder externo.
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