Cuando un volcán estalla, se crean nuevas tierras. Cuando una tierra se inunda, llega nueva vida. Cuando una estrella colapsa, nacen nuevas galaxias.
En todo proceso de destrucción hay un proceso mismo de creación.
Incluso en nuestras vidas. No son pocos los momentos que para avanzar, tienes que decidir dejar algo atrás. En cierta manera, destruir algo para crear algo mejor. Un trabajo, una amistad, un lugar o una relación.
La velocidad a la que maduras es proporcional a tu capacidad de deshacerte de lo que te impide prosperar.
Lo mismo le sucede a las Marcas y a las compañías que las sustentan. Su grado de éxito y evolución, es proporcional a su capacidad para tomar decisiones.
Vivimos en un mundo hipercompetitivo, que nos obliga a entender la Marca como un elemento de valor que debe gestionarse de forma continua, para evitar que se desgaste en su fricción con los mercados.
Esa evolución continua requiere, siempre, tomar decisiones para seguir avanzando y adaptarse a nuevos entornos.
Cualquier Marca que se enfrente a renovarse, se enfrenta a destruirse.
Destruir parte de lo que ha sido, destruir parte de lo que ha proyectado, destruir parte de la cultura que ya no nos sirve, destruir ciertos hábitos y comportamientos, e incluso destruir la forma en la que nos organizamos.
Un proceso de ajuste de posicionamiento de Marca, es un proceso que tendrá implicaciones en todos los niveles. Desde los más externos asociados a las Identidades de una Marca (visual, verbal, sensorial), pasando por el impacto que pueda tener en la Cultura y Comportamientos internos, e incluso pudiendo llegar a ajustar las forma en la que nos organizamos internamente… la relación entre las diferentes divisiones y empresas, o incluso mi manera de presentar mi oferta en el mercado.
Si estás pensando abordar un cambio de Marca, y no estás preparado para coger un mazo y destrozar cosas, estas pensando en un cambio de Logo.
A veces para reordenar una Marca, ajustarla competitivamente al mercado, tenemos que enfrentarnos a decisiones difíciles. A movimientos que requieren soltarse del borde de la piscina, para nadar por el carril central.
Que para conectar con nuevas audiencias y generaciones que te mantengan en un futuro, tienes que pasar por enfrentarte a perder parte de tus clientes actuales… Que para dejar de perder cuota de mercado hay que hacer algo muy radical, pero te da miedo que los que te compran ahora ya no te compren… Que para cambiar mi cultura necesitamos organizarnos de una forma distinta, pero eso sería quitarle poder a algunos… Que para internacionalizarnos y crecer fuera, tenemos que dejar de apostar dentro…
Que el futuro pasa por hacer lo que debemos, sin miedo y con cabeza. Sí. Que no podemos ser algo nuevo y lo mismo de siempre. También.
Al final, el éxito de un proceso de ajuste de Marca pasa por la convicción de los gestores y directores de abordar cambios profundos en las compañías.
Y emprender un proyecto de Marca sin esto claro, es creer que mañana podemos subir montañas atados a un árbol.
La destrucción nunca fue mala, si tienes claro el camino que viene después.
En fin, las grandes Marcas son de los equipos Valientes.
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