¿Recuerdas las horas que le echaste a la consola? ¿A las partidas infinitas con amigos? ¿Recuerdas cuando te gritaban ‘así te vas a quedar tonto, todo el día enganchado a eso’?
Pues bien. Eso genera en la actualidad un mercado de cerca de 108.400 millones de dólares. Y se llaman Videojuegos.
Una industria que hace ya años que se proclamó como líder del entretenimiento, muy por encima de lo que genera la música o el cine, consiguiendo conquistar el consumo a nivel mundial.
Hoy ya no sólo es un entretenimiento, se ha convertido en un deporte.
Seguro que lo habéis escuchado, e incluso puedes haberte topado con alguna competición haciendo Zapping. Los eSports.
Competiciones profesionales organizadas por grandes gigantes que reúnen a los mejores jugadores del planeta según temáticas, y que agregan a millones de seguidores en todo el mundo. Un universo que ha crecido de forma exponencial y que en muy poquitos años se ha convertido en el foco de muchos.
¿Por qué? Bueno, digamos que hoy la industria de los eSports genera cerca de 760 millones de Euros anuales, y algunas de sus enseñas más prestigiosas es capaz de generar una comunidad de más de 176 millones de usuarios (League of Legends).
Es decir, han conseguido crear comunidades que si fueran países estarían en la lista TOP 10 de los más poblados del mundo.
Un entorno perfecto en el que vemos crecer a gigantes que aterrizan aprovechando la situación, a nuevas Marcas que surgen de la nada y a jugadores anónimos que se convierten en Marcas estelares en segundos. Un ecosistema complejo en el que construir tu propio espacio.
Ahora mismo, hay cientos de pequeñas Marcas naciendo e intentando crecer en un entorno hostil e hipercompetitivo, dinámico y cambiante.
Pequeños y grandes equipos que tienen la intención de conquistar parte de esta enorme tarta, y crear comunidades de aficionados que proporcionen bases de movilización, tanto de contenido, como de negocio.
EL RETO DE LAS MARCAS ESPORTS
Existen varias competiciones oficiales patrocinadas e independientes de los llamados eSports, desde la Superliga Orange, Gamergy, o la Liga Playstation (algunas de ellas controladas ya por el bicho de Mediapro).
En cada competición podemos encontrar diferentes tipos de Juegos en los que se especializan los diferentes equipos.
El Equipo de Movistar Raiders tiene diferentes componentes para participar en el FIFA, en el Call of Duty, o en Legends.
Y cada Equipo tiene en sus filas a jugadores de alto reconocimiento, algunos de gran Marca Personal, que tienen que sumarse a esta fiesta por la notoriedad.
Varios problemas:
1.
DIFERENCIACIÓN
En general, a pesar de ser un mercado muy inmaduro, se ha convertido en un mercado muy homogéneo en cuanto a la creación de nuevas Marcas. Todos apuestan por el mismo universo de Naming, todos siguen la estética de los escudos deportivos más yanquis, y casi todos se presentan de la misma manera. (SK, Face, G2, Cloud9, OpTic..)
2.
FALTA DE PROPUESTA DE VALOR
Habitualmente, más que Marcas nos encontramos un escudo, unos colores y unos cracks que pasan 10 horas al día pegando tiros. Pero poco vemos acerca de una propuesta actitudinal para sus seguidores, o de una cultura diferente frente al resto, o siguiera un ‘grito de guerra’ que alguien pueda seguir.
‘Més que un Club’, ‘You’ll never walk alone’… son algunos de los ejemplos de sus hermanos mayores a los que mirar.
3.
BRILLAR CON LUZ PROPIA
Crear una Marca que sea capaz de sacar la cabeza cuando convive con Marcas tipo Superliga Orange, jugando a League of Legends… no es fácil.
Necesitamos Marcas con Personalidad, con Identidad Relevante, con la capacidad de construir un espacio propietario y único, que evite la disolución de la Marca en entornos tan efervescentes.
Movistar Riders, G2 Vodafone, Samsung Galaxy, Adidas Vitality, Intel Extreme… ¿Qué sería de estos nombres si le quitamos el patrocinador?
4.
MÁS QUE UN ESCUDO
Si coges los 200 escudos de los principales equipos de eSports no serás capaz de marcar diferencias, pero tampoco serás capaz de ver nada más allá de eso.
La falta de universos visuales completos hace difícil construir Identidades Visuales propietarias y diferenciales que marquen la diferencia.
A parte de los grandes patrocionados, que tienen grandes consultoras detrás haciendo el trabajo como Movistar Riders o G2 Vodafone… el resto no tiene universo visual. Ni sistemas de marca, ni estilo fotográfico, ni casi paleta cromática más allá de los colores del escudo.
5.
TOMAR POSICIONES
No son pocos los equipos profesionales de deporte tradicional, que se han lanzado (con poco acierto) a competir en estos torneos.
Hemos visto aparecer al Valencia, PSG, la Roma, Boston Celtics… grandes que solo necesitan rodar sin miedo en estas nuevas dimensiones, para desplegar todo su poder y potencial para desplazar a los existentes.
6.
EL CLUB POR ENCIMA DE TODO
Si algo hemos aprendido del deporte tradicional, es que intentar construir Marca pivotando exclusivamente sobre tus estrellas… no es una buena idea.
El Madrid o el Barça, siempre serán grandes juegue Messi o Cristiano. La Marca del club está por encima de las individualidades. En los eSport existen jugadores que superan en fama y reconocimiento a sus propios Clubs y eso es una amenaza importante para la supervivencia de los mismos como Marca.
7.
UN EQUIPO ES UNA EMOCIÓN
Los aficionados que siguen con pasión a sus equipos son más que espectadores, lo viven, lo sienten, apoyan, interactúan, son fuente de negocio y motor de nuestro crecimiento.
Son personas que construyen un vínculo emocional con nosotros. Y así ha sido en el deporte tradicional durante décadas.
Disponer de elementos que construyan identidad a estos grupos es fundamental. Una bandera, un himno, un mantra, una actitud…
Al final, un mundo interesante en el que todos tienen un escudo, pero todos los que tienen un escudo todavía no tienen una Marca.
Será divertido observar cómo evoluciona este ecosistema tan complejo, en el que se suman miles de millones de dólares en patrocionios para conectar con estas nuevas generaciones, y en los que se compite por la posición de la Marca más fuerte.
Un universo en el que canibalizan jugadores, equipos, patrocinadores, juegos y Ligas.
Y la parte más divertida, ver como los torpes gigantes del deporte más tradicional intentan entrar en este mercado, creyendo que las reglas serán las mismas y que vale lo que hemos hecho hasta ahora.
De hecho abre una nueva dimensión, ¿Puede un Club tradicional mantener su escudo para Ligas que no sean su deporte habitual? ¿Vale que el PSG utilice el mismo escudo en su primer equipo de fútbol, que en FIFA eSports o League of Legends?
Sólo basta mirar el ejercicio que hizo el Valencia eSports para darse cuenta que muchos ni se han enterado de que va esto... PSG incluido.
En fin, me equivoqué de profesión.
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