Somos muchos los que creemos que no somos lo que decimos, que somos simplemente lo que hacemos.
Es una de las máximas que han regido nuestras relaciones humanas. Es lo que separa la intención, de la acción, la promesa, de la confianza.
Pasamos la vida diciendo y haciendo, y la suma de esas dos simples acciones nos definen. Construyen relaciones con su entorno y permiten entender quiénes somos y qué podemos aportarte.
Y aunque suene extraño, a veces el poder de la Palabra supera con creces nuestras acciones.
La forma que tenemos de contar lo que hacemos, la forma que tenemos de hacerlo llegar a los demás, también construye lo que somos.
Parece una reflexión bastante absurda, ¿verdad?. Pero os pregunto, ¿Cuántas empresas conocéis que hagan algo extraordinario y no son capaces de transmitirlo? ¿Cuántas son líderes de su mercado y parecen los recién llegados? ¿Cuántas son creativas y disruptivas, y no saben salir del discurso de los demás?
Para una Marca, tan importante es lo que hace, como lo qué cuenta.
Las Palabras tienen el poder de crear realidades, de construir mundos de significado únicos, de dibujar imágenes sin un lápiz. Las Palabras son un vehículo contenedor de ideas poderosas.
A diario encontramos posicionamientos, valores, stories, y mensajes sin trascendencia alguna, sin contenido, sin magia. A diario encontramos pequeñas empresas y grandes aspirantes con un poder inimaginable, que no es capaz de ir muy lejos por su falta de Palabras.
No nos damos cuenta pero entre ‘Dinamismo’ y ‘Pasión’ hay una diferencia, o entre ‘Calidad’ y ‘Pasión por los detalles’ hay un abismo. Entre ‘Personas’ y ‘Talento’, entre ‘banco’ y ‘posibilidades’ o entre ‘casas’ y ‘hogares’.
La forma que tenemos de escoger las Palabras adecuadas que definen quiénes somos y en qué creemos, es la forma que tenemos de decirle al mundo por qué importamos. La forma que tenemos de contarles lo que somos capaces de hacer.
Son muchos las Visiones, Misiones, Posicionamientos, Valores o Manifiestos, que no son capaces de trasladar hacia fuera, el potencial que tiene la compañía hacia dentro.
Las Palabras permiten a quienes no nos conocen, saber qué pueden esperar de nosotros.
Luego toca cumplirlo, pero parece que eso suele ser más sencillo si hemos contado correctamente lo que somos capaces de hacer.
Por ello, desde aquí, animamos a todas aquellas empresas y negocios que tienen algo especial, algo competitivo, que lo trasladen de forma correcta en la forma en la que lo cuentan, lo transmiten, lo exponen, lo hacen accesible a los demás.
Porque puedes cambiar tu significado para el mundo, escogiendo las palabras adecuadas.
En fin, facta non verba, verba non facta.
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