Todo plan es perfecto hasta que lo pones en marcha, no hay nada que pueda ser perfecto en un plano teórico. Y para ello cualquier ciencia que se precie tiene sus sistemas de control y evaluación de riesgos antes de echar a andar ninguna teoría, innovación u ocurrencia.
En esto del Branding tenemos nuestros propios sistemas. Una serie de principios que nos ayudan a no perder el norte ante cualquier definición de una Marca. Algo que deberíamos repetirnos cada vez que nos enfrentemos a un proyecto.
Estos son algunos principios de utilidad para el desarrollo de una buena Estrategia de Marca.
Todo empieza con una verdad
El nacimiento de una Marca debe tener como base una realidad que pueda sustentar nuestra promesa. Rebuscar en aquello que tenemos, darle un nuevo enfoque y conectarlo de forma poderosa con quien nos rodea, es un gran primer paso.
Todo acaba con una mentira
Cuesta tanto construir lo que quieres ser, y tan tan poco mandarlo al carajo. Basta con intentar maquillar, ocultar, mentir o confundir aquello que decimos que tenemos y que rascando un poco salta como la pintura oxidada dejando ver el cartón.
Sin ambición no hay diferenciación
A veces no es necesario tener lo que necesitas, sino la firme convicción de querer tenerlo. La Estrategia de Marca debe empujarnos a ser mejores, a construir lo que realmente necesitamos, a incomodar… no es ese zapato que nos viene pequeño y nos hace daño, es ese zapato que te viene grande y te fuerza a crecer para llenarlo. Ad astra per aspera.
La posición se construye, no se crea
El verdadero trabajo empieza una vez acabas la última coma de la definición de Marca. Si tu trabajo no facilita lo que viene después, si no va a poder funcionar o hacerla funcionar por los diferentes actores que tienen que activarla o gestionarla, no ha servido de nada. Asegúrate que lo que propones puede tener un buen desarrollo, y no es una idea feliz inalcanzable.
El modelo no debe condicionar la solución
La Estrategia de Marca radica en el proceso, en la forma de abordar un problema, no el canvas, la plataforma o el modelo que te empeñes en usar. Escoge el modelo que mejor permita el desarrollo claro, sencillo y contundente de tu Estrategia, el que mejor se adapte a la realidad, cultura y nivel de tu cliente.
No importa la idea sin la palabra adecuada
Las ideas no son más que musas que flotan en tu mente, una buena Estrategia es capaz de convertirlas en palabras poderosas que transforman y dibujan nuevas realidades. Tu capacidad para escoger y usar las palabras adecuadas es fundamental para una buena definición de Marca. No tienes porque ser un gran copy, pero necesitas un gran copy. Igual que no eres un diseñador, pero puedes definir la base.
No siempre es lo que deseas, es lo que debe ser en ese momento
Que sí, que querer imitar el posicionamieto fantástico de esa Marca de presupuesto infinito y 120 años de historia, sería la leche… pero tu Marca no la conoce nadie y tienes fondos limitados, usa lo que sabes que funciona, no lo que te gustaría que vieran de ti. A veces ‘lava más blanco’ es más eficiente que ‘un mundo mejor’.
Nunca será el “qué” si no vendes un lanzallamas
Una buena Estrategia de Marca, a no ser que tengas un producto único, innovador y capaz de sustentarse por sí solo en un mercado altamente competitivo, no pasará en construir sobre lo que tienes, sino sobre cómo lo haces o qué aportas haciéndolo.
Si tienes que explicarlo, no es bueno
La belleza de una solución radica en no tener que explicarla, sobre justificarla o hacer una tesina para comprenderla. Ahí fuera la Marca tiene mucho que contar, como para entretenerse en justificar lo que debería entenderse.
En fin, estos son mis principios, seguro tú tienes otros, y nos encantaría conocerlos.
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