A menudo, cuando se habla de protección de Marca nos enterramos en libros, normativas, legislaciones, y matices sobre el registro legal de un nombre o una identidad para su uso como identificador de Marca.
No te engañes, no registras una Marca. Registras un identificador, que ojalá consigas convertir en Marca. En realidad, darse un paseo por las bases de datos de registros de Marca, es como darse un paseo por un enorme cementerio de buenas intenciones que quedaron en sólo intenciones.
Siempre me ha llamado la atención, el problemón que muchos ven a la hora de poder registrar un nombre, o un logotipo, en la clase adecuada, que les proporcione la diferenciación necesaria o la oportunidad esperada, y lo poco que los he visto preocuparse por realmente construir eso, más allá del papel que te otorga el señor o señora del registro.
El registro de Marca es muy importante, sin duda, y complejo, y grandes Marcas han construido en base a eso, si forma parte de una estrategia de ser una Marca, sino es una mera falsa sensación de protección comercial. Porque podrás asegurarte que nadie tenga un nombre como el tuyo, pero no podrás impedir que tenga una Marca mejor.
Desde un punto de vista más amplio, la protección de Marca, para nosotros es un concepto que ayuda a mantener en buen estado de salud tu Marca, eso significa que pueda tener un espacio diferencial y propietario, que te permita construir una posición relevante para tus audiencias.
Eso va más allá de tener un nombre, un logo, un color, una frase que nadie más pueda usar. Eso va de tener una propuesta de valor de la que los demás no puedan apropiarse, de tener una experiencia que sólo habla de ti, de tener una voz que te identifica, de estar siempre un paso por delante del resto, de entender que no basta con cumplir hay que seguir cumpliendo.
Recuerdo al CEO de Nokia, pidiendo disculpas y diciendo que no sabía que había podido pasar, ellos no hicieron nada mal… le faltaba decir que cómo era posible si nadie más podía llamarse Nokia (80% de cuota en el 2000). Lo que no vio es que no hace falta hacer nada mal, sólo que los demás lo hagan mejor, o diferente.
Básicamente una buena protección de Marca, es ser capaces de llenar adecuadamente ese caja vacía que nos dieron en el registro, tener el compromiso de hacer de eso algo único, de verdad.
Me encantaría que en las clases de Niza hubiera una dedicada a esto ‘43-Para compañías con el compromiso de ser siempre diferenciales, relevantes y aportar valor’, no hay mucho más secreto…
Y por supuesto, quién piensa internamente de proteger su Marca del desgaste en el empleado, de la mala cultura, de las rotaciones infernales, del quema talento o de la incapacidad para atraerlo, o de la ineficiencia que desgasta nuestros recursos y ataca directamente a lo que somos ahí fuera. ¿Eso no es protección de Marca? La coletilla ‘legal’ no siempre significa ‘total’.
En fin, hemos vuelto de vacas. :)
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