Vivimos en una lucha constante por dejar de ser irrelevantes en un mundo que nos grita constantemente.
Infoxicados visualmente, las Marcas han entendido, mejor dicho mal entendido, la necesidad de desarrollar otras herramientas que les ayuden a captar la atención y salir del ruido, lo que muchos sabemos que es fundamental para la definición de una Marca, y lo que muchos otros han entendido como mensajes molones en lonas absurdas, el Tono de Voz.
Hemos visto unos años de mensajes directos, malsonantes, desafiantes, graciosos y absurdamente absurdos, muchos a hombros de sus competidores como si necesitasen subirse a un burro para que les prestaran atención.
Ya no hablemos de las campañas de agencias de publi, un nuevo modelo en el que se construye una agencia molona en el que las marcas se publicitan y no al revés. Curioso que diferentes marcas y competidores ayuden a la misma o mismas agencias a crecer y no vicecersa. Chiques listes!
Y dejemos a un lado que Marcas que no tienen que ver las unas con las otras, de repente, todas tienen y comparten la misma personalidad, por un momento, como si subieran al escenario del Paramount Comedy, luego se bajan y siguen con su tristeza.
El resultado, un montón de lonas molonas, algunas campañas bien pensadas, otras lonas aisladas en un descampado para la foto de redes y otras ya simplemente mockups de freestock usados para plasmar esa ocurrencia que mola tanto en redes, vaya a ser.
Pues tengo una noticia, las lonas no construyen Marcas.
¿Eres tan divertido en la experiencia de cliente como ese titular? ¿Tan rebelde en tu forma de entender el mundo como ese copy? ¿Todo lo que haces es tan sorprendente o sólo la valla de sol? ¿Atiendes el teléfono con esa frescura? ¿Los contratos molan tanto leerlos como ese flyer que repartes?
Veo muchas lonas y poca cultura. Literalmente. Las Marcas se construyen desde dentro para proyectarse hacia afuera, el resto es un disfraz que llama la atención, un rato.
El desarrollo de la Cultura interna, la forma en la que hacemos las cosas cuando nadie mira y nos lee, la manera que tenemos de trabajar para materializar lo que prometemos, los procesos que guían a nuestros empleados en la dirección adecuada, o la manera que tenemos de seleccionar el talento que nos representa, son mil veces más importantes que ese puto-copy.
Porque de nada sirve llamar mi atención si eso se diluye en la primera llamada, en la primera experiencia, en la primera interacción.
La verdadera construcción de Marca pasa por eso, por determinar quienes necesitamos ser en la vida de las personas para aportarse un valor diferencial y relevante, alinear lo que somos, hacemos y decimos en esa dirección, y expresarlo a través de nuestras identidades.
Y ahí sí, si expresamos hacia fuera eso que somos hacia dentro, y resulta que es divertido, molón e irreverente, eso merece una lona molona, divertida e irreverente. Sino, simplemente esa lona no eres tú.
En fin, tenía que soltarlo
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