Encapsulados en historias de miedo, encontramos lecciones, una forma poderosa de enseñarte que un extraño puede meterte en un saco, que jugar a engañar al mismísimo diablo puede atraparte en el limbo para siempre como Jack O’Lantern, o a los niños que se portaron mal en Navidad los castigará Krampus.
Personajes y monstruos, medio ficción, medio reales, que existen para recordarnos durante los siglos algunas cosas importantes.
Pues a veces creo que las Marcas necesitan recordar los monstruos que muchas veces habitan en ellas, y nos ofrecen lecciones que deberíamos transportar de generación en generación, porque a muchos se les escapa, y otros simplemente las ignoran.
Hoy queremos repasar algunos de los Monstruos más habituales que viven en una Marca:
CULTFERATUM
Llega cuando nadie está mirando, se manifiesta como una pérdida de energía y vigor interno. El vampiro cultural, que va desangrando la compañía y debilita la Marca con su presencia. Ocurre cuando la Cultura interna no es capaz de tangibilizar la Marca que necesitamos construir. Llega sin esfuerzo y se va cuando estamos determinados a clavarle una estaca en el corazón.
BLINDVISION
Probablemente uno de los temores más profundos y menos conscientes de una Marca. Tener una Visión ciega. Una Visión ciega es aquella que recoge de forma endogámica lo que queremos conseguir para nosotros, olvidando que lo importante del juego es preguntarse qué queremos que los demás consigan gracias a nosotros. Una Visión ciega es aquella que queda en un papel y no se articula en el negocio, ni nos obliga a ir un poco más lejos de dónde estamos ahora replanteando nuestras capacidades y esfuerzos. Una Visión ciega es aquella que adorna una web y una memoria corporativa pero que no reside en el corazón y mentes de sus empleados porque nadie se ha preocupado en transmitirla, hacerla entender y hacerla vivir. Este es un monstruo que acaba con el 80% de los negocios en los primeros 5 años.
DISALIGNMAN
Se mueve en las sombras, su objetivo es desestabilizar nuestra Marca. Emerge con la falta de entendimiento de lo que somos, la dispersión de objetivos internos, o la interpretación singular de lo que debemos ser desde diferentes partes de la organización. La falta de valores compartidos, de una personalidad clara o de una propuesta de valor bien declinada y entendida, lo alimenta y lo hace poderos. Es capaz de hacernos perder el foco y sumir a la organización en un viaje a ninguna parte.
LACKOFNESS
El fantasma del grupo, literalmente. Su presencia nos hace invisibles a ojos de quienes nos miran. Le caracteriza la falta de Propuesta de Valor diferencial y única (onlyness), se dedica al engaño, nos hace creer que tenemos algo cuando ese algo es irrelevante para nuestros objetivos. Adorna las narrativas de posicionamiento, se esconde en palabras grandilocuentes, en promesas que suenan a prosa, pero completamente vacías de cuerpo y física en las que encontrar un sustento real sobre el que apoyarnos y competir.
BRANDIGSTEIN
Es un Monstruo muy presente en las Marcas, imposible de ver por completo si no tenemos la capacidad de elevar la mirada y observar en conjunto todo lo que hace la organización desde todos los ángulos. Formado por diferentes partes e interpretaciones de lo que es nuestra Marca, sus reinvenciones y aportaciones generosas de personas, departamentos y acciones que la desfiguran de tal manera que cada parte parece tener sentido, por en su conjunto conforma un ente desfigurado y extraño. Es responsable de absorber esfuerzos, dinero y eficiencia de la organización en cada una de las inversiones que hacemos desde diferentes ángulos. Acaba matando a su creador y despedazando la Marca.
ZOMBIGEMENT
Lo encontramos en gran parte de las compañías que conocemos, les hace creer que la gestión de una Marca reside en un departamento, en un equipo o una persona, en lugar de en una responsabilidad compartida de arriba abajo. Parece que la Marca está viva, pero en realidad no hay sangre fluyendo por sus venas. Devora la cabeza de sus víctimas, entre la impotencia, la frustración y la desesperanza de ver cómo intentamos ir en una dirección y el resto va en la opuesta.
Si has identificado a alguno de ellos en tu Marca, tenemos una buena noticia, no necesitas un exorcismo, sólo un buen proceso de definición, activación y gestión de Marca para hacerlos volver al lugar de dónde salieron.
En fin, sino siempre te queda una estaca y un lanzallamas.
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