El camino recto. Cuantas veces has escuchado eso, como sinónimo de el camino correcto, del camino que te lleva en la buena dirección, apartarse de él es siempre sinónimo de perdición.
Es un concepto que se extiende más allá del dicho, lo podemos comprobar en nuestro comportamiento y en nuestro día a día, somos seres secuenciales, una tarea antes que la siguiente, como si de un camino recto se tratara.
Lo mismo sucede en la definición de Marcas, llevamos años siguiendo un camino recto, todos siguiendo un mismo mapa, con los mismos verbos, los mismos miedos y procesos. Caminos tan rectos que llevan todos a los mismos lugares, predecibles, replicables, finitos.
El verdadero reto de esta profesión, no es encontrar el camino, sino perderse en él.
Las Marcas Oblicuas son aquellas que no intentan seguir la dirección de pensamiento tradicional, que no buscan nuevos caminos, sino que cambian el eje para cambiar el plano en el que vemos el reto.
No se trata de preguntarse Qué tenemos que hacer para ser diferentes al resto, sino preguntarse desde Dónde debemos mirar el reto para ser diferentes al resto.
Hoy las verdaderas soluciones que realmente son poderosas no se encuentran escondidas bajo un proceso de A-B-C, sino sobre la capacidad y valentía de plantearnos ‘qué pasaría sí…’
Una Marca Oblicua no se pregunta ‘¿Qué quieren mis audiencias?’, se pregunta ‘¿Qué necesita resolver la categoría que no se ha resuelto?’… no se pregunta ‘¿Cómo puedo ser diferencial?’… se pregunta ‘¿Qué haría que los demás fueran irrelevantes?’.
Una Marca Oblicua no se enfrenta a un Quién compito, sino a contra Qué me opongo.
Encontrar en una debilidad una fortaleza, cambiar el contexto en el que compites, aportar un valor inesperado, construir una posición totalmente contraria… son entre otras las diferentes perspectivas estratégicas que podemos explorar para encontrar una oblicuidad competitiva ( aquí lo contamos muchas veces).
LIQUID DEATH no compite contra el resto de aguas. Compite contra el aburrimiento.
PATAGONIA no compite con la moda, Compite contra la industria.
TONY’S CHOCOLONELY no compite con el chocolate, es una denuncia a las malas prácticas de la industria.
La verdadera competitividad no reside en lo qué tienes, sino en tu capacidad de encontrar la perspectiva adecuada que te permita mover el plano desde el que ves el problema.
En fin, no intentes ser distinto, intenta ser inevitable.