En la vida suele ser más importante lo que haces, que lo que dices, porque al final somos el resultado de nuestros actos.
En la vida parece que las palabras importan muy poco.
Si en nuestro día a día las palabras no son más que expectativas, matices, o descripciones de nuestra realidad, en Branding, lo son todo. En Branding las palabras construyen la Marca.
Ya estoy viendo a alguno con los pelos de punta… ¿Pero qué dice?!! ;)
Todos sabemos que la Marca es el resultado de todo lo que hace, de la experiencia que vivimos con ella. La Marca es lo que significa para nosotros. Y eso pasa por hacer realidad aquello que contamos, por hacer realidad las palabras que utilizamos.
Llegado a este punto podríamos pensar que las palabras en realidad no sirven de mucho, si al final lo que cuenta es lo que demostramos activándolas.
Pero cuando nos enfrentamos a la Creación y Definición de una Marca, antes de poder demostrar absolutamente nada, antes de que ni siquiera tenga tu logotipo, antes de que ni el consumidor sepa que existas… todo lo que importa son las Palabras.
Cualquiera que se haya enfrentado a la definición de una Marca, se habrá enfrentado a escoger las palabras.
La verdad es que la diferencia entre definir una Marca y definir una Marca excepcional, es la diferencia entre los matices de las palabras que usamos. La semántica, el léxico, la capacidad de evocar ideas, de transformar conceptos, de ir más allá, de activar el lenguaje.
No es lo mismo definir tu Marca como ‘Innovadora’, que ‘Brillante’, ni que ‘Curiosos por definición’, la primera podría ser cualquiera, la segunda tiene un nuevo matiz que otorga a la innovación un sentido inteligente y único, y la últimas es una actitud que nos define. Y son solo palabras.
Las palabras definen nuestro territorio, nuestro posicionamiento, nuestra propuesta de valor, nuestros valores y comportamientos, nuestra personalidad, nuestras promesas, nuestra historia, nuestro mundo.
Palabras que nos ayudaran a transmitir nuestra realidad en una ventaja competitiva, que nos ayudarán a que el empleado lo sienta más, a que nuestros clientes lo vivan de otra forma, a que el mundo nos conozca mejor.
Al fin y al cabo, palabras que son la antesala de lo que acabaremos activando, de las implicaciones que tendrá en nuestra compañía, de los hechos que tendremos que demostrar.
Quien se haya enfrentado a la creación o redefinición de una Marca, de forma medianamente seria, sabrá que por muy claro que lo tengas, por muy evidente que sea, sin las palabras adecuadas no existe el matiz que nos hace únicos.
Porque al final, una palabra vale más que mil imágenes. Si lees ‘coche’, visualizaras un coche distinto a cada uno de nuestros 5.000 lectores diarios… una palabra, 5.000 imágenes. Si te enseño una foto de un coche, y hago lo mismo con el resto de lectores y os pregunto qué es, me diréis todos ‘un coche’.. 5.000 imágenes, una palabra.
Si eres capaz de contar con un diseñador para dibujar el logotipo de tu Marca, también deberías ser capaz de contar con un copy o alguien con facilidad en el lenguaje para escoger esas palabras que tanto importan.
Las Palabras no lo son todo, pero todo son Palabras.
En fin, chiribitas.
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