El oxígeno nos da la vida, y nos la quita a la vez.
Es el responsable de que podamos respirar y oxigenar nuestros órganos. Y es el responsable de oxidar nuestros tejidos orgánicos, hasta hacernos morir.
Todo lo que se expone a él, sufre un desgaste.
Es un potente catalizador, capaz de prender fuegos y corroer metales, y si lo es para nosotros, para las Marcas también.
El efecto más visible que conocemos todos es lo que llamamos oxidación. Ese fenómeno que se produce cuando un elemento de Hierro se expone al aire y el agua. Un fenómeno que acaba deteriorando estructuras y objetos, hasta inutilizarlos.
Es sencillo ver la oxidación en una barandilla, pero no lo es verlo en una Marca.
Las Marcas, al igual que nosotros, están expuestas a un entorno corrosivo. Un entorno en el que sufren desgaste y pierden su forma original.
No detectar los síntomas de oxidación de una Marca, es condenarla a que acabe rompiéndose.
Las Marcas tienen una función muy sencilla, hacer que importemos a alguien. Y si dejamos de importarnos por ella, imaginad lo que sucede… que no importaremos a nadie.
Hay muchas razones por las que una Marca puede Oxidarse, pero vamos a repasar las más sencillas:
NO PROTEGERLA BIEN
Como cuando instalas una barandilla, si no le aplicas protectores y pinturas antióxido, acabará por deteriorarse rápido.
No definir nuestra Marca correctamente, y no hacerlo de forma diferencial y relevante, nos expondrá de forma deficiente al mercado. Disponer de todos los elementos necesarios para proyectar lo que necesitamos ser, es vital.
EXPONERLA DEMASIADO SIN CONTROL
Puedes sacar las sillas a la terraza y recogerlas cuando acabes, o dejarlas siempre fuera hasta que oxiden.
Si tenemos una Marca, tenemos una responsabilidad, y eso implica gestionarla. Dedicarle recursos, tiempo, métricas y personas. Tener un plan, saber lo que queremos ser y caminar hacia ello con determinación y foco. Salir ahí fuera sin pensar en qué camino recorrer, no es una buena idea.
NO TRATAR LOS DESPERFECTOS A TIEMPO
Incluso a veces, los mejores cuidados acaban por desdibujarse con el tiempo. Esa barandilla bien acabada, y cuidada, no puede soportar el desgaste eternamente y aparecen pequeños desperfectos, que si no tratas invade todo.
No disponer de un sistema de gestión de Salud de Marca que nos ayude a detectar los inicios de un desgaste. No tener una cultura de gestión de Marca continua que ayude a evolucionar lo que tenemos. No tener elementos de gestión, es no tener un futuro para tu Marca.
Si ponemos un poco de atención en estos 3 sencillos puntos, podremos tener una Marca libre de óxido el tiempo que queramos, si somos capaces de ajustarla a su debido tiempo.
Y no olvidemos que aquello que te da aire, puede acabar matándote… Aquel mercado que te ha proporcionado millones de Euros, y al que te expusiste sin nada encima, sin una Marca bien preparada… hoy te oxida, hasta el punto de casi romperte: HAWKERS.
El Branding es tan sencillo, como lo es la vida.
En fin, un saludo Hawkers.
COMMENTS