Siempre he creído que las Marcas tienen el poder de cambiar el mundo.
Ellas manejan en ocasiones más presupuestos que algún Ministerio de algún país, ellas son más escuchadas que algunos profesores de algunas escuelas, ellas son más seguidas que algunos partidos de cierta afiliación y ellas nos mueve cuando nadie lo hace.
Pero en realidad, las Marcas sólo construyen o proponen un contexto, y somos nosotros quienes realmente cambiamos el mundo.
Pero, ¿Les interesa a las Marcas cambiar el mundo? ¿Y por qué esperamos nosotros que lo hagan?
Hace unos días se publicó un reportaje que llamo el ‘reportaje de la vergüenza’. Retrataba como grandes Marcas de este país, España, usaban países en vía de desarrollo para sus centros productivos. Hasta ahí genial, no está demás ayudar a crecer a otras regiones del planeta y repartir riqueza.
Ahora bien, las condiciones laborales, de higiene, seguridad y sociales eran lamentables.
Marcas de ropa que todos compramos y que todos llevamos, Marcas que pertenecen a un grupo textil que da unos beneficios, be-ne-fi-cios, de más de casi 3.000 millones de Euros. Bueno en ceros es esto: 3.000.000.000€
Un trabajador gana unos 140€ al mes por hacer más de 1.500 prendas diarias que se venden a una media de 30€ prenda… sin más.
Las Marcas no son una etiqueta, son lo que implican para las sociedades en las que intervienen. Una Marca no es sólo lo que compramos, es el impacto que generamos comprándolo.
En este sentido las Marcas deberían ser, no más transparentes, sino más responsables. No deberían permitir que ninguno de sus proveedores no fuera acreditado como ‘Best Factory’ (aseguran condiciones laborales, seguridad, higienes y derechos humanos)
Prefiero ver en una etiqueta ‘Made in the Best Factory of Camboya’, que ‘Made in Camboya’.
Las Marcas del mañana, aquellas que quieran sobrevivir a las generaciones a las que sí les preocupará seriamente nuestro planeta, nuestra sociedad y la responsabilidad de las compañías con ella, serán Marcas que tendrán que crecer sobre negocios sostenibles.
No necesitamos Marcas con grandes planes de Responsabilidad Social, sino negocios socialmente responsables.
La Marca del mañana no nacen desde el QUÉ voy a vender, sino desde el CÓMO voy a ayudar vendiéndolo. Y eso cambiará nuestra economía, nuestras expectativas de la sociedad y nuestro mundo.
Ya están ahí Toms, Seventh Generation, Ecoalf, Triodos… (ver artículo Marcas Buenas)
Esto requiere un gran esfuerzo, pero no por su parte, sino por la nuestra, porque las Marcas no cambiarán el mundo, lo cambiaremos nosotros.
En fin, un mundo más justo.
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